SaaS significa que el programa no guarda la información en el ordenador de la tienda, sino en un servicio centralizado en la nube. Todo funciona igual que un programa normal, pero los datos están siempre disponibles y siempre protegidos. Si el ordenador se cambia, se rompe o se pierde, no pasa nada. El sistema sigue funcionando porque la información no está vinculada al equipo, sino al negocio.
Un sistema SaaS evita tener que mantener servidores, equipos caros o instalaciones complejas. No hace falta preocuparse por reparaciones, copias de seguridad, actualizaciones o recuperaciones en caso de desastre. Los datos están replicados en varios puntos de España, lo que aporta redundancia y seguridad adicional.
Lo importante es que la tintorería pueda trabajar sin depender de un ordenador concreto.
Nuestro modelo SaaS empezó en 2004, mucho antes de que se hablara de “nube” como concepto de moda. Es un modelo maduro, probado y estable.
Al estar la información en un servicio centralizado, es posible conectar plataformas entre sí. Esto ha abierto la puerta a integraciones que antes eran imposibles entre tiendas, sistemas y aplicaciones complementarias.
Una API es una forma estándar de que dos programas distintos hablen entre sí y compartan información sin intervención manual. Es como pasar datos sin tener que copiar, exportar o enviar archivos. No es algo que tenga impacto directo en el mostrador, pero forma parte de lo que el modelo en la nube ha hecho posible.